Las generaciones actuales lamentablemente saben poco en muchos casos de lo bueno y divertido que es jugar al aire libre, ya que su diversión en gran medida se encuentra siempre volcada hacia el lado de la tecnología, los juegos de video, el uso
de ordenadores, teléfonos móviles o la televisión, por eso es deber de
los padres enseñarles a jugar, como ellos mismos lo hacían cuando eran
niños.
Si esto no ocurre se genera una desconexión del niño con el entorno y la naturaleza, algo que es negativo para su desarrollo, por eso se han creado diversas organizaciones que buscan combatir esta nueva modalidad, un ejemplo es Pop Up Adventure Play, del Reino Unido, que promueve los beneficios de jugar al aire libre con campañas en Inglaterra y en los Estados Unidos.
Los niños tienen curiosidad por naturaleza propia, y es necesario que la utilicen para explorar el mundo que los rodea en primera persona, ya que de otra forma se ve limitada por la falta de contacto con el exterior, lo que es necesario para su desarrollo físico y mental.