La higiene en los gatos

Es cierto que son muy limpios y ellos solos se lavan varias veces al día, pero debemos ayudarles. Muchas personas piensan que los gatos no deben bañarse, ya que ellos pasan una gran parte de su día limpiándose. Seguramente también habrán oído que estos animalitos odian el agua y que seguramente si intentas llevarlo a la bañera empezará a luchar para evitar ser bañado. Los gatos, son animales muy limpios, constantemente están pendientes de limpiarse con su lengua gruesa y con púas. Sin embargo muchos de estos animales pueden ser muy sucios, sobre todo si han jugado en el barro y en la tierra.

De igual manera, el pelo de los gatos puede llegar a engrasarse y puede necesitar un baño de vez en cuando.
Es importante que bañemos a nuestro animalito más o menos 2 o 3 veces al año ya que una limpieza excesiva podrá disminuir los aceites naturales de la piel de nuestra mascota y podrá producir enfermedades como caspa, o irritación, entre otras.

Cepillado:
Para ayudar a prevenir las bolas de pelo en su aparato digestivo, hay que cepillarles. Acostumbrarlo desde muy pronto es un gran paso a nuestro favor. Un buen truco es acercarlo con caricias. Existen diferentes tipos de cepillos según el pelo del gato (Largo, corto...) y no olvidemos que en los periodos de muda (primavera y otoño) necesitan un cepillado extra.

Baño:
El baño no es algo normal para un gato. Un baño cada tres meses es más que suficiente si se le ha acostumbrado desde pequeño.Si no, si es muy difícil hacerlo, se acepta el baño solo en caso de necesidad. Se le debe introducir en agua tibia, evitando mojarle la cabeza y las orejas y tratándolo con un champú especial para gatos. Se debe aclarar muy bien y secar mejor.




Cuidado interno:
Las pipetas y los antiparasitarios internos, son necesarios. Si el gato sale de casa diariamente se recomienda aplicarselos cada tres meses. En caso de ser casero y no tener contacto con otros del exterior, cada 6. Las pipetas se usan contra los parásitos externos pero existen algunas, para aquellos a los que les es dificil darle una pastilla a un gato que son para los internos, absorviendose por la piel. Las pastillas son para lombrices y parásitos internos.

Boca:
Los gatos que comen pienso seco son menos propensos a sufrir sarro ya que con la masticación lo van eliminando. Se aconseja (en caso de darle comida casera o húmeda) alternar con pienso seco para prevenir este problema.

Nariz:
Una nariz de gato sana, no gotea. Si esto ocurre hay que limpiarla con una gasa y agua tibia.

Uñas:
Las uñas de los gatos caseros no se desgastan nunca. Cuando están demasiado afiladas, se pueden cortar. Para hacerlo, es buena idea acostumbrarlo desde pequeño. Se le agarra la pata y se presiona suavemente el dedo para que la uña salga de su funda. Hay que cortar la parte transparente, poniendo atención en no llegar a la parte oscura o rosada ya que está llena de nervios y vasos saguíneos. La desungulación (acto de extirpar las uñas clínicamente) es una mutilación; Como arrancar la primera falange de los dedos de la mano de un hombre.

Orejas:
Es bueno revisarlas una vez por semana. Hay que retirar los pelos separándolos suavemente. Si se quieren limpiar, se usan dos gasas (una seca) y agua tíbia, nunca alcohol ni nada parecido.

Ojos:
 Algunos gatos lagrimean mucho. Una gasa empapada en infusión de manzanilla tibia es una forma eficaz de limpiarles.

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Fuente: Mascotas.com